Amor Delirante 49
Sé que yo nunca hubiera podido hacerte feliz, pues no fui más que un perdedor en tu vida. No obstante, yo seguiré aquí esperándote por si algún día decides en mi alma reposar tu inefable … Leer más
No hay razones para existir
Sé que yo nunca hubiera podido hacerte feliz, pues no fui más que un perdedor en tu vida. No obstante, yo seguiré aquí esperándote por si algún día decides en mi alma reposar tu inefable … Leer más
A veces creo que me amo demasiado como para no odiarme también en igual grado. He ahí la contradicción que me limita y me trastorna, la que me acerca al suicidio para atisbar la divinidad … Leer más
Parece ser que esta vez el vacío no aceptará más los melancólicos soliloquios de un loco suicida como yo que añora tanto a la muerte permaneciendo tontamente con vida. ¿Qué será de mí? ¿Acaso la … Leer más
Es imposible no supeditar la felicidad a alguna persona o actividad, pues esa es, de hecho, la mayor debilidad humana que siempre se busca negar. Siempre se busca evitar la soledad a cambio de cualquier … Leer más
Faltarían las palabras para denotar el constante flujo de infame devastación que atormenta mi alma, pues pareciera no tener nada que ver con este mundo; pareciera incluso provenir de una dimensión todavía más insana donde … Leer más
El ser siempre añorará embarazar a la mujer que no ama, a aquella que repudia con todo su corazón, pero que desea sexualmente sin parangón. Y, asimismo, será incapaz de aceptar que aquella a quien … Leer más
El caótico día que te fuiste me sentí, paradójicamente, aún más feliz de lo que me sentí el día en que a mi vida llegaste. Ahora veo que arruinaste todo lo que creía hermoso de … Leer más
Si intentásemos descifrar el motivo por el cual las personas existen, no sería otro que la ignorancia y la estupidez. Y sería así puesto que cada elucubración, de ser sincera, estaría encaminada a desnudar la … Leer más
En el fondo, ser uno mismo tampoco significaba nada; era solo otra de las infinitas percepciones de la verdad que conducían, una y otra vez, al mismo y eterno destino: la muerte. * Aquí estás … Leer más
Y pensaba irremisiblemente que la muerte debía saber muy bien; mucho mejor que cualquier comida, que cualquier mujer, que cualquier bebida o que cualquier droga. Pero, sobre todo, siempre tuve la firme convicción de que … Leer más