Capítulo IV (LEM)
A los otros cinco jefes de área no los conocía Leiter, y la verdad no le interesaba. Debían ser simples humanos apasionados y enfermos por la ciencia, los miró y algo raro ocurrió. Nunca había … Leer más
No hay razones para existir
A los otros cinco jefes de área no los conocía Leiter, y la verdad no le interesaba. Debían ser simples humanos apasionados y enfermos por la ciencia, los miró y algo raro ocurrió. Nunca había … Leer más
La cuestión era así de simple: ¿por qué no me mataba de una buena vez? No sé, era complicado responder eso. Era tal vez que había algo en la vida, dentro de todo este torbellino … Leer más
Leiter, a estas alturas, conocía a los ayudantes y sabía que eran un caso perdido. En realidad, no eran tan numerosos como se creía. Se limitaban a puros recomendados o hijos de empresarios. A lo … Leer más
Tu alma encajó con la mía sin necesidad de unir las piezas, pues por sí mismas nunca estuvieron separadas; tan solo esperaban reencontrarse en el éxtasis de la locura suprema que nos dejaría a ambos … Leer más
A Leiter solamente se le ocurrió una palabra para etiquetar a Klopt: idiota. Sin embargo, le extrañaba pensar que, si no fuese por Abric, ahora mismo él sería igual. En parte aún lo era, pues … Leer más
Y quizás una de las peores sensaciones en la vida es la de no poder ya ni siquiera derramar una lágrima, pues el vacío existencial en el interior es tan denso que simplemente nos entristecemos … Leer más
Tristeza es ya todo lo que queda y lo único que exhalaré en cada anochecer. Los sonidos melancólicos de mi corazón crujiendo y mi mente despedazándose me torturan todavía. Y la conjugación tan ridícula de … Leer más
El día nimbaba y una mañana como cualquier otra comenzaba para Leiter. A decir verdad, se sentía inundado por ideas que atormentaban su cabeza. Había asistido con un psiquiatra hacía tiempo, pues un recuerdo espantoso … Leer más