La Cúspide del Adoctrinamiento XVIII

En su cubículo, el profesor Fraushit lucía preocupado. Se había enterado de lo ocurrido con los miembros del club de los soñadores declarados, y para nada creía estar seguro en la facultad. De hecho, había … Leer más

Insípida mundanidad

Simpáticas alusiones a la vibración del enigma imperecedero en la eternidad Una caída más, tan natural como la absurdidad que impera en la humanidad Sin piedad, apuñalando cada ápice de infame realidad, cada tonalidad viviente … Leer más

La fragancia de tu perfección

La fragancia de tu perfección retorna hacia mi mente Hermoso el momento en que tuve la fortuna de conocerte Pues desde entonces me tienes sumamente alienado Imaginando si algún día lejano podré estar a tu … Leer más

Perplejidad

Es ya la madrugada, otra vez estoy solo y sosteniendo en mi mano la única forma que conozco para librarme de esta equívoca e infernal existencia no solicitada. En esta prisión abismal se ha marchitado … Leer más

Los recovecos de la insania

Múltiples formas, figuras terroríficas y delirantes poblaban mi sombra asquerosa En ocasiones, incluso sucumbía ante la cerval y ominosa naturaleza de sus súplicas Tan comunes se tornaron esos repentinos y agresivos arrebatos de personalidad Que … Leer más

La Cúspide del Adoctrinamiento XIII

Continuaba la misma situación en el presente de la facultad y de todos los involucrados. Tanto profesores como alumnos se sentían con cierta incertidumbre con respecto a los acontecimientos del fin de periodo, nadie sabía … Leer más

Me gustas tanto

Me parece que me gustas mucho; de hecho, estoy absolutamente seguro de ello. Y también me parece que te posicionas muy por encima de cada uno de mis pensamientos suicidas, especialmente en las noches más … Leer más

La Cúspide del Adoctrinamiento XII

En casa de Justis, se libraba una cerval discusión acerca del mal que ocasionaban los libros en la mente humana. Claro que los padres de este chico, como gran parte de la sociedad, no eran … Leer más

Tormento

Me atormentaba pensar que las personas más miserables, mediocres, estúpidas, vulgares e incultas eran las que más fácilmente aspiraban a la felicidad; y acaso eran las únicas. Pero ¿qué quedaba en un extraño y asqueroso … Leer más

La Execrable Esencia Humana 24

Aceptar que se puede amar a una persona y, aun así, fornicar con muchas otras, sería algo demasiado elevado para una criatura tan desgastada e hipócrita como el ser humano. ¡Qué náusea tan intrínseca me … Leer más