Catarsis de Destrucción 05
Lo mejor y lo más sensato que se puede hacer en esta malsana existencia es evitar reproducirse estúpidamente y, luego, suicidarse tan pronto como se tenga la más mínima oportunidad. Al menos así no empeoraremos … Leer más
No hay razones para existir
Lo mejor y lo más sensato que se puede hacer en esta malsana existencia es evitar reproducirse estúpidamente y, luego, suicidarse tan pronto como se tenga la más mínima oportunidad. Al menos así no empeoraremos … Leer más
Que se desvanezca todo el mundo en medio de sombras alucinantes y diablos traviesos, que se corrompa exquisitamente la existencia y que las virtudes sean asesinadas… Y que yo me desvanezca entre los sombríos delirios … Leer más
Tal vez no se pueda vivir sin literatura, poesía ni arte; puesto que son estas quienes nos dan una ligera y sincera perspectiva de lo que no es la vida. Nos recuerdan, ciertamente, que no … Leer más
No se ama nunca, excepto cuando se entiende que lo mejor siempre es dejar libre a ese ser especial que nos hizo tocar el cielo para luego hundirnos en el infierno por la eternidad. Lo … Leer más
La destrucción de este mundo funesto no podría ser más oportuna, pues solo así emergerá de las profundidades una existencia auténticamente divina. Sería una locura querer la continuidad de las cosas tal y como son … Leer más
Lo que por ti sentí ese día que te conocí superó cualquier cosa experimentada hasta entonces; pues tú me hiciste creer, por unos instantes, que valía la pena luchar y seguir viviendo… Lamentablemente, el tiempo … Leer más
Así son los títeres que nos rodean: seres que adoran, por encima de todo, la banalidad de su miserable y fétida existencia; basada por completo en sexo, poder y dinero. Lo más irrelevante es para … Leer más
Sabíamos que los corazones cambiaban, que los sentimientos eran extraños. Lo que no imaginábamos era el avasallante dolor que nos produciría este amor y la forma tan trágica en la que se despedazaría lo único … Leer más
Los días seguían su curso, pero yo ya no esperaba nada de nadie, menos de la existencia. No creía en nada, mucho menos en mí, y no me hacía falta. Estaba raro, harto de todo … Leer más
El embriagarse cada noche con mujerzuelas y juegos, en compañía de seres igualmente decadentes, no era un pecado de ningún tipo, siempre y cuando se consiguiera, cuando se estaba en su imponente y atroz dominio, … Leer más