Obsesión Homicida 35

No es infiel aquel que lo hace sin realmente desearlo, sino el que lo desea, aunque no lo haga. El deseo es siempre más sucio y nauseabundo que la acción misma, porque está encubierto con … Leer más

Obsesión Homicida 34

El verdadero éxtasis del placer solamente puede obtenerse mediante los actos más violentos, repugnantes e inmorales, y por eso a los humanos se les controla con insulsas reglas de conducta para no permitirles el absoluto … Leer más

Obsesión Homicida 32

Solo fue sexo lo que aconteció esa noche donde nuestros corazones palpitaron con extremo vigor y nuestros cuerpos se derritieron con tan sofocante emanación de humano calor. Y, sin embargo, puedo decir que deseé de … Leer más

Obsesión Homicida 31

Cuanto más pruebo tus labios siento que más te amo, pero cuando me percato de que somos solo dos miserables humanos esclavos de sus más absurdos impulsos, entiendo que nuestro amor es solo un capricho … Leer más

Obsesión Homicida 30

El obsesivo homicida toca de nuevo las campanas del fuego eterno, mismas que han de reducir al vacío este mundo pestilente de sentimientos ya muertos. La osadía del blasfemo mono ha ofendido a los dioses … Leer más

Obsesión Homicida 29

Las reglas que se le han impuesto al ser no son las adecuadas para la libertad del espíritu y, por eso, lo mejor que puede hacerse es desobedecerlas una y otra vez; aunque ello implique … Leer más

Obsesión Homicida 28

Quería ser infiel porque era la manera de comprobar que aún vivía, y que, más allá de la monotonía del amor triturado que soportaba en el matrimonio con una persona a la cual ahora detestaba, … Leer más

Obsesión Homicida 27

Entre más cerca se encuentran las personas en el exterior, más daño se hacen en el interior; tal es el principio fundamental de la imposibilidad del amor puro y sincero. No importa cuánto pretendamos autoengañarnos … Leer más