El Inefable Grito del Suicidio III
Los días siguieron su superfluo curso y finalmente era viernes por la tarde, la hora en que vería a Natzi para asistir a la dichosa reunión. Ciertamente, era la primera salida que tenía en mucho … Leer más
No hay razones para existir
Los días siguieron su superfluo curso y finalmente era viernes por la tarde, la hora en que vería a Natzi para asistir a la dichosa reunión. Ciertamente, era la primera salida que tenía en mucho … Leer más
Al despertar por la mañana vi que tenía una solicitud de amistad, pero no le presté atención. Me sentía un tanto raro, no sabía por qué. Fui a la escuela y todo estaba igual de … Leer más
El día nimbó, la noche se esparció con calma y el mundo lucía impertérrito. El mal y el bien se anulaban, se extinguían los sentimientos y los amantes ya no copulaban, se asomaba ya una … Leer más
Ecos de desperdicios contaminados hiriendo los razonamientos del desatino Pensados para devolver el néctar del intestino cuando lo solicite el decaimiento Perdido en el caos estúpido de la civilización y su asquerosa putrefacción Más días … Leer más
De inmediato, intervinieron Alister y Erendy, argumentando algunas cosas. La única que permaneció en silencio fue Vivianka, quien no lucía interesada en tales disquisiciones. –No creo que la religión pueda hacer de este mundo algo … Leer más
Vendrá un tiempo en que ya no recuerde más lo que fuimos cuando vivimos Porque la verdad es que ya no sé ni cómo se terminó nuestro supuesto amor Un día éramos todo, soñábamos con … Leer más
Igualmente, recordaba las teorías de las supercuerdas y cómo se hallaban las formulaciones de la mecánica cuántica en una singular y hasta perpleja concomitancia con lo que algunas religiones afirmaban. El principio de incertidumbre lo … Leer más
Era rubia, pero sus cabellos eran quebrados y hermosos, muy parecidos a los de Alister, pero menos rizados, y brillaban como el sol. Sus ojos de color esmeralda eran los más refulgentes y penetrantes que … Leer más
Lo que por ti sentía nos protegía del inmundo lugar en que habitan el resto de las personas cuyas almas han sido consumidas brutalmente por la pseudorealidad. Y, aun con las heridas, sé que tu … Leer más
Alister continuaba endiablado, como absorto, como si su anterior yo hubiese sido reemplazado y diseminado por una entidad sexual incontrolable. Besaba a Cecila con furia, mordía sus labios y sus pezones, le lamía todo el … Leer más