No hay razones para existir
La sobreestimulación era peligrosa, pues con ella se perdía gradualmente el interés en cualquier cosa. Ya nada era suficiente, ya todo era absurdo. No importaba si se trataba de pornografía, prostitución, drogas, sexo o demás … Leer más
La desesperación que causa esta existencia confusa e inadmisible no tiene parangón, pues, una vez que llega, se incrusta en lo más profundo de nuestro ser y solo puede ser contrarrestada mediante el suicidio. * … Leer más
Una vez más lamentaba mi condición, pues la sensación de miseria absoluta y de vacío existencial no menguaban ni un poco, pero, al mismo tiempo, tampoco tenía aún el valor de abandonar esta absurda pesadilla … Leer más
Ni siquiera escribiéndote un millón de poemas podría hacerte entender la inmarcesible magia que encierra tu boca y el delirante estado en el que me sumerjo al penetrar en tu sibilino caos. * La vida … Leer más
Desde el instante en que me supe humano, sabía que nada terminaría bien y que cada día sería tan solo una nueva oportunidad de autodestrucción. * ¿Puede concebirse que una criatura tan ruin y nefanda … Leer más
Quisiera que algún día supieras cuánta perfección, divinidad y belleza observo en tu ser Tu cara me encanta, no podría dejar de mirarla nunca, pues simboliza algo sagrado para mí Quiero poder contemplarte cada día, … Leer más
Siempre se habla de anular el ego, pero, si hiciéramos esto, ¿qué quedaría de nosotros entonces? * La mayoría de las personas jamás se cuestionará nada, ni siquiera lo más básico. Creerán ciegamente en lo … Leer más
Tal vez la gran maravilla de la especie humana esté en ver cosas donde no las hay. Tenemos muchos ejemplos de ello, como es el caso de dios o cualquier otra entidad “superior” a la … Leer más
Concebir que la humanidad no sea absurda ni estúpida es tal vez el mayor sacrilegio que podríamos imaginar, sería solo comparable a pedirle a una mosca que no fuera sucia ni necrófaga. * El mayor … Leer más
Y, si más allá de esta vida insulsa y horrible, no impera solamente la nada, entonces no quiero nada ya, ni siquiera a la muerte. * Todos decían que yo estaba demente por pensar tanto … Leer más