El Halo de la Desesperación 34

Era inevitable que, conforme más experimentaba la vida en esta ominosa realidad, más náuseas me produjera el contacto con todo lo humano. Esta terrible condición avanzó hasta llegar a ocasionarme náuseas de lo que yo … Leer más

Encanto Suicida 44

Bastaba solo de unos cuantos segundos para vomitar este funesto mundo, para averiguar cómo lucía mi alma después de todos esos traumas y coloquios con el desesperado demonio que engulló mis deseos de ser menos … Leer más

Romántico Trastorno 26

Otro día más sumido en la amargura, consumido por elucubraciones que no tienen respuesta. Pero ¿qué más podría hacer? ¿A dónde podría ir? ¿Con quién podría hablar? ¿Cómo aceptar que realmente nunca he tenido interés … Leer más

La Execrable Esencia Humana 43

Quien nunca se haya enamorado con locura y se haya obsesionado sin remedio, no conoce la sensación más cercana a estar atrapado entre la vida y la muerte, entre el bien y el mal, entre … Leer más

Amor Delirante 43

Creo que te necesito, aunque tal vez ya no te amo como antes ni tú a mí; tan solo sé que no puedo seguir viviendo si no puedo apaciguar unos momentos mi tristeza con tus … Leer más

Encanto Suicida 42

No conozco mayores absurdos que enamorarse, reproducirse o creer en algún dios. Y no entiendo la enfermiza y ridícula obsesión del ser por el dinero, el materialismo, el sexo y, sobre todo, por seguir viviendo … Leer más

Romántico Trastorno 24

Ya no puedo más, creo que este es el límite de todas mis fuerzas. Es ahora cuando vendrá la tristeza para terminar de devorarme y, con ello, entregarme, cual vil recluso existencial, a la muerte … Leer más

El Halo de la Desesperación 30

Es inverosímil el grado de hipocresía y maldad al que se ha llegado, pues los seres humanos rechazan en la luz lo que más añoran hacer en las sombras. Y, encima de eso, todavía se … Leer más

La Execrable Esencia Humana 40

No me importa si me ignoras toda la vida, si te empeñas en lacerar aún más mi agobiado corazón; inflamado por esta fijación siniestra que hacia ti siento. Debes saber que yo te adoraré y … Leer más

La señal

Y, lo que comenzó como un juego ridículo, terminó convirtiéndose en la máxima señal de autodestrucción, en la infame bofetada que el falso dios arrojó en mi rostro acabado y triste. Ni en los sueños … Leer más