Catarsis de Destrucción 40
Jamás te lo dije porque no quería lastimarte, pero la verdad es que yo te engañé mucho antes que tú a mí. Y fue tan placentera la sensación que no pude evitar hacerlo una y … Leer más
No hay razones para existir
Jamás te lo dije porque no quería lastimarte, pero la verdad es que yo te engañé mucho antes que tú a mí. Y fue tan placentera la sensación que no pude evitar hacerlo una y … Leer más
Si nos suicidamos o no, si matamos o no, si odiamos o no, si amamos o no, si comemos o no, si enloquecemos o no, si fornicamos o no, si dormimos o no… ¿A quién … Leer más
Y, considerando el efímero periodo que existimos, hasta nuestra existencia misma parece un insulto para la existencia universal; especialmente por la inmensa cantidad de sufrimiento, insustancialidad y abyección que la caracterizan. ¡Qué inútil es nuestra … Leer más
Más que desesperanzado, me sentía satisfecho cuando confirmaba, una y otra vez, mi hipótesis que casi todas las personas eran jodidamente absurdas y estúpidas. Ya me había acostumbrado a que así fuera, y rara vez, … Leer más
La miseria existencial que experimentaba aumentaba cada día, empeorando mi situación ya de por sí bastante lamentable. Mi humor empeoraba y ya todo me amargaba sin importar de qué se tratase, pues me hallaba en … Leer más
Algunas ocasiones incluso debía retirarme de lugares donde me hallaba por mucho tiempo rodeado de tantas personas que no se callaban nunca; pues, si me quedaba, experimentaba un profundo hartazgo y una incontenible sensación de … Leer más
En el sublime momento en que tomamos plena consciencia de que el suicidio es lo mejor y de que la muerte es nuestro único destino, podemos comenzar a desprendernos de todos los autoengaños y chantajes … Leer más
Nada obtengo entonces, nada de ti. Y vaya que es jodidamente difícil recorrer estas calles donde antes solíamos pasear y donde solía regocijarme con tus risas, donde tu sonrisa centelleante era todo por lo que … Leer más
Lo esencial era morir, resultaba más que indispensable. Era una necesidad, una obligación, algo sagrado en mi sino. La maldita realidad ya no era tolerable, pues todo era un asco, una estupidez, una vil ignominia. … Leer más